Cuando perdí a mi bebé, una de las cosas que necesité fue ocupar mi mente. A veces, tan sólo necesitaba concentrarme en algo para pasar el rato y relajarme, por lo que los zentangles son perfectamente terapéuticos. En esta ocasión, en blanco y negro.
Otras veces, en cambio, aparece un rayo de optimismo y por ello, nos llenamos de color. La frase "los crayones rotos aún siguen pintando" me viene que ni pintada. Los corazones, aun rotos, siguen latiendo, y todo los estados de ánimo se pueden plasmar en tu art journal. Sácalo, exprésalo, no te lo quedes dentro, y si no quieres que nadie te investigue emocionalmente, ponle un candado a tu diario creativo. ;)
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